jueves, 17 de octubre de 2019

Prácticas, los primeros días. #XXXIV

¡Hola compis! Ya estoy por aquí de nuevo, con muchas ganas de contaros cosas. Ya son tres meses desde que empecé las prácticas y es increíble lo rápido que se han pasado. De momento solamente he estado en Seguridad Ciudadana y un poco en Extranjería, pero qué gozada compañeros, me encanta todo. Tengo que decir que desde el primer día los compañeros veteranos se han portado de lujo con nosotros, nos han acogido estupendamente, demostrando una cercanía y un buen rollo que nos ha ayudado a integrarnos como uno más en la plantilla. Y bueno, os voy a hablar de como fueron los primeros días, que obviamente son los más difíciles pero que los combates con una ilusión y unas ganas acojonantes.



Empezamos el 16 de julio, estábamos citados para ese día y ya se comentaba que iba a ser una charla con nuestra tutora, conocer a los compañeros y una visita por las dependencias. Y aunque solo fuese eso, los nervios estaban a flor de piel. Yo lo cierto es que fui una semana antes y estuve charlando con algunos compañeros y al menos tenía alguna idea de donde estaba cada cosa. Nos repartieron las llaves de la taquilla y nos cambiamos de ropa, era una sensación distinta a la que sentía en Ávila cuando me ponía el uniforme, ahora ya estaba en una comisaría real, quizás pareciese una tontería pero esa era mi sensación. Conocí a los demás compañeros de prácticas y cual fue mi sorpresa que había un par que eran vecinos de sección, por lo tanto pues me sonaban sus caras. Estuvimos charlando un poco, y vino la tutora, nos enseñó las dependencias y fuimos a una sala para explicarnos junto con el comisario, como iba a transcurrir esta bonita etapa. Empezamos igual que en la ENP, presentándonos uno a uno, esta vez ya sin la vergüenza que se pasa en las primeras veces. Nos repartieron nuestros cuadrantes y la tutora nos fue conduciendo hasta la Brigada en la que empezaríamos nuestra andadura.

Como ya he dicho, empecé en Seguridad Ciudadana, comentar que haces desde servicios de zetas, de paisano, conducciones de presos hasta incluso servicios con la UPR. Una vez ahí, nos presentaron al jefe de la Brigada y nos repartieron los chalecos de dotación colectiva que había allí. Es una pena que lleguemos a este punto, tener que usar un chaleco de talla única con bastante años de antigüedad, otra opción es pagarte tú mismo uno nuevo, pero bueno, eso es otra historia. Después nos dijeron la hora en la que empezábamos al día siguiente, a mi me tocaría el primer turno de zetas, 6 de la mañana. Nada más saberlo, ya tenía ese cosquilleo en el estómago que muchos habéis vivido, y a otros os falta menos para sentir.

Sobra decir que no dormí nada, imposible, era visualizar y visualizar el primer día. ¿Cómo será mi compañero?, ¿cómo reaccionaré a cualquier intervención?, ¿estaré a la altura? Te inundan muchas dudas, sientes que estás muy verde. Pero es normal, muy normal. Me levanté muy temprano, para coger tiempo de sobra. Café solo y para Comisaría. Vas andando por la calle, y vas hablando contigo mismo. "Lo he logrado, voy a empezar el primer servicio de mi carrera policial". Te acuerdas de muchos momentos difíciles en tu vida, de momentos de bajón, de tirar la toalla, de pensar que por mucho que lo intente no lo voy a conseguir, te hace sentirte muy fuerte anímicamente, muy poderoso mentalmente. Me vestí, y subí a la Brigada a esperar a mi compañero. Cual fue mi sorpresa, que él subió corriendo y sin presentarnos me dice: ¡Compañero, vámonos que tenemos un servicio urgente!

¡EMPIEZA LA FIESTA!

¿Qué puedo decir hasta la fecha de hoy? Solamente cosas positivas. Estoy aprendiendo una barbaridad de cosas, soltándome más y más en el día a día policial, conociendo el buen compañerismo que hay dentro de una plantilla, la camaradería de pasar 8, 9 o 10 horas con una persona en un coche. Hago un breve inciso aquí para decir algo sobre algo que se me vino a la cabeza durante una larga noche de patrullaje, allí en la ENP tenemos que convivir muchas horas con otros tres compañeros, es ahí donde se empieza a sentir esa camaradería y donde ves si vas a ser buen compañero o no. Por supuesto que ves cosas desagradables, mi segundo día ya tuve un fallecido en circunstancias nada halagüeñas, familias desestructuradas, malos tratos, personas drogodependientes... Pero es parte de la vida policial, y necesitas hacer de tripas corazón y hacerte un caparazón para no llevarte las cosas a casa y que te afecte personalmente.



Y nada, hasta aquí he llegado hoy, espero que os haya gustado tanto como me está gustando a mi esta maravillosa profesión. Aprovecho para dar la enhorabuena a los compañeros de la XXXV que ya llevan un mes en la ENP, a los de la XXXVI que tienen un poquito más cerca su sueño y a los que han caído que les servirá de experiencia y conseguirán saciar sus ambiciones muy pronto.



🚔 ¡UN ABRAZO AMIGOS! 🚔