LA ENTREVISTA
Después de pasar el pertinente reconocimiento médico (muy pronto habrá una entrada exclusivamente dedicada a este otro dolor de cabeza para muchos), me entregaron la correspondiente carpeta en donde se encontraba mi biodata. Una vez con la carpeta, me mandaron a una puerta, llamé y muy amablemente me la cogieron y me mandaron esperar. Yo esperé sentado. 5 minutos después, salían y me mandaban pasar y sentarme en la silla. Cabe destacar que no me dieron la mano.
Aquí ya empezó la batería de preguntas:
- ¿De dónde vienes?
- ¿Conoces policías en tu localidad?
- ¿En qué comisaria se encuentran dichos policías?
- ¿Qué funciones desempeñan?
- ¿Qué opinas acerca de su trabajo?
- ¿Dónde te ves una vez dentro del cuerpo?
- ¿Qué podrías aportar a la misma?
- ¿Tiene pareja?
- ¿Qué opina acerca de la oposición?
- ¿Qué pasaría si le destinan a una ciudad totalmente opuesta a la que reside su pareja?
- ¿Cómo llevarías la relación con tus compañeros de habitación?
- ¿Qué haría si están tomándose unas copas y sus compañeros abandonan el local sin pagar la cuenta?
También me preguntaron acerca de mi trabajo, pues soy repartidor de una conocida marca de comida rápida:
- Han llegado a nuestro oídos que son unos locos de las motos, ¿es eso cierto?
- ¿Ha recibido alguna sanción administrativa?
- ¿Es usted íntegro? Póngame un ejemplo.
Y hasta aquí fue la entrevista, cabe decir que fueron muy amables en todo momento, eran una Inspectora y un Policía. La entrevista no duró más de 10 minutos, los cuales se me hicieron muy cortos. Ahora a esperar resultados y a darlo todo con los psicotécnicos.
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